Cuando llegan los meses de otoño e invierno, una de las cosas que más preocupan es saber cómo secar la ropa. Por lo tanto, seguro comienzas a preguntarte: ¿Qué tipo de secadora será la mejor para agilizar esta tarea?, ¿es mejor una condensación o de bajo calor?, ¿Cuál es el modelo que más me conviene?
Para que descubras las características de cada uno de estos aparatos, en este post te explicaremos todo lo que necesitas saber basado en tu necesidad principal: secar la ropa de forma eficiente sin eso que eso signifique gastar tanto dinero.
Contenido
Las secadoras de condensación son equipos que convierten el aire y el agua en calor a través de la condensación. Esto lo hacen por un sistema de resistencias que funciona con electricidad.
Su mecanismo se basa en recoger el aire del ambiente para calentarlo utilizando un ducto colocado en el equipo. Es decir, usan sus resistencias para calentar el aire.
Este proceso hace que el agua se condense y el ciclo de secado expulse la humedad a través de un desagüe.
Este tipo de electrodoméstico es la última tendencia en el mercado en cuanto a secadoras.
Las secadoras con bomba de calor no necesitan de resistencias para funcionar. En su lugar utilizan una bomba de calor. Entonces, a diferencia de las secadoras por condensación, ellas no van a calentar el aire varias veces.
En otras palabras, su funcionamiento parte de conservar el calor durante todo el ciclo, lo que ayuda a consumir menos energía secado tras secado.
Muchos modelos también integran sensores de humedad para que las prendas no se encojan al secarlas.
La principal diferencia entre ambos artefactos se centra en el precio y en el ahorro de energía.
Las de condensación son más baratas, pero consumen más luz. Por eso, debes estar alerta para verificar la etiqueta del producto y optar por aquellas que están categorizadas como A, A+, A++ o A+++.
Ahora bien, las secadoras con bomba de calor tienen un coste de venta más elevado. Aunque esa inversión se recupera. La razón es que el consumo de energía de estos aparatos es mucho menor que el de las secadoras de condensación.
Debes tener en cuenta que el uso que le darás a la secadora será determinante para saber cuánto de consumo se reflejará al final.
Ambos modelos utilizan sensores de calor para determinar la humedad de las prendas. De esta forma, no se aplica más calor del necesario en cada ciclo, lo que es ideal para ayudar a que las telas se conserven por mayor tiempo.
Para que analices los detalles que tienen cada uno de estos equipos, no está de más revisar el siguiente cuadro comparativo:
Indicador | Secadora de convección | Secadora con bomba de calor |
---|---|---|
Funcionamiento | Utilizan el aire y la humedad para secar la ropa por medio de un proceso de convección. | Usan una bomba que calienta un sistema de resistencias. Por eso, no necesitan del aire para poder calentar o secar la ropa. |
Consumo eléctrico | Su consumo eléctrico es bajo. Aunque es aconsejable tener una máquina con clase energética A+++. | Su consumo es bajo, pero hay que usarla cuando haya una carga de ropa completa. |
Rendimiento | Puede trabajar con prendas de gran tamaño sin inconvenientes. | Sirve para secar todo tipo de prendas de vestir. |
Instalación | Su instalación requiere de un desagüe para vaciar el exceso de humedad tras cada ciclo. Algunos modelos ya lo integran en su carcasa. | Son de fácil instalación y no necesitan de contar con un desagüe adicional. |
Si eres de los que quiere ahorrar mes a mes en la factura de luz, entonces lo más conveniente es que elijas una secadora con bomba de calor.
Claro, al inicio la inversión es alta porque se trata de uno de los modelos más actuales del mercado. No obstante, en un plazo no muy largo, vas a recuperar ese dinero.
Pero si eres de los que quiere un modelo de secadora más convencional y que utilice la misma humedad de la ropa para secarla, te conviene una secadora por condensación.
En definitiva, todo depende de tus planes y necesidades particulares.
Si ya decidiste entre una secadora de condensación o una con bomba de calor, llegó el momento de poner en práctica ciertas recomendaciones para aprovecharla al máximo, sin que suba en exceso el recibo de luz:
Por último, usa suavizantes especiales para conseguir un mejor resultado y disminuir el consumo de luz. Así, las prendas quedarán perfectas y la secadora trabajará con menos esfuerzo.