Una de las formas más eficientes de reducir la escalada de los precios de la electricidad es disminuir la potencia contratada. Este proceso se puede realizar de forma Un cambio que es gratuita. De hecho, esto podrá suponer una reducción entre 40 y 50 euros del gasto en luz al año.
En este sentido, la potencia eléctrica contratada en nuestros hogares va a depender de la potencia que tengan los dispositivos eléctricos que utilizas en casa y de sí los utilizas todos al mismo tiempo o no.
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La potencia contratada es la cantidad de kilovatios (kW) que pueden estar en funcionamiento de manera simultánea. En este sentido, mientras más potencia se tenga contratada, más aparatos eléctricos se pueden encender al mismo tiempo. No obstante, más será el consumo eléctrico y por ende el gasto cada mes será mayor.
Esto se debe a que tu factura eléctrica se divide en consumo, el cual puedes controlar siendo más eficiente, y en potencia, la cual representa un coste fijo y aumenta según los kW que se tengan contratados.
Reducir la potencia eléctrica contratada es un trámite muy sencillo que puede hacerse por vía telefónica, por correo electrónico o en las oficinas de una comercializadora eléctrica. Mediante cualquiera de estos medios podrás realizar el cambio de la potencia eléctrica contratado. Pare realizar este trámite deberás aportar la información siguiente:
Como usuario debes tener en cuenta que tanto subir como bajar la potencia incluye unos gastos. Estos gastos serán abonados a través de los recibos de facturación que emite la compañía eléctrica que ha contratado. También, debes tener en cuenta que el cambio de potencia eléctrica contratada es un trámite que sólo se podrá solicitar una vez al año.
Los expertos en energía del portal El Confidencial señalan que la potencia mínima recomendada y de hecho la más común para una vivienda es 3,5 Kw. Esto es para poder dar un uso de forma simultánea a varios artefactos eléctricos. No obstante, se puede apostar por descensos de hasta 2,5 kW si no hay vitrocerámica en la vivienda.
Resumen de estas potencias recomendadas:
Potencia recomendada | Potencia mínima recomendada |
3.5 kW. | 2.5 kW. |
En la actualidad es posible contratar cualquier potencia en múltiplos de 0,1 kilovatios. Así mismo, el ahorro al bajar la potencia va a depender de los kilovatios reducidos y del precio que se encuentre establecido en el contrato.
La mejor forma de saber si tienes una potencia superior a la que puedes necesitar será realizando un estudio a medida. Este estudio consiste en analizar las necesidades y hábitos de consumo de quienes utilizan el punto de suministro.
Otras de las maneras de saber si es posible reducir la potencia eléctrica son las siguientes:
En este último caso, puedes conseguir la información en el área de clientes de la distribuidora correspondiente. Es importante que solo disminuyas la potencia si la contratada es considerablemente superior a la demandada.
Por otra parte, el cambio de potencia solamente puede hacerse una vez al año. Si es reducida más de lo necesario, podrías sufrir de corte de luz que te obligarán a subirla de nuevo.
Esto va a depender de cada caso, lo primero que debes hacer es verificar si es posible bajar la potencia contratada. En este sentido, una parte fija que es la que se paga mes a mes en la factura de luz con independencia del consumo. Esto representa más de la mitad del coste que paga el consumidor.
Muchas veces resulta que los hogares tienen contratada más potencia de la necesaria. Esto se cobra de manera fija en cada mes, en este caso es algo innecesario, ya que muchas veces se tiene más potencia de la que es necesaria en el hogar.
Si no consumimos a al mismo tiempo grandes suministros, por ejemplo, no tenemos encendidas varias cosas al mismo tiempo como la calefacción, la una estufa eléctrica o el horno, es posible que se pueda solicitar una reducción de potencia.
Ahora en la actualidad se puede bajar la potencia contratada por décimas de kilovatio. Anteriormente, con la normativa que estaba en vigencia, obligaba a los consumidores a realizar el cambio en saltos más grandes, mínimo de 1,1 kilovatios.
Lo primero que hay que saber es si es posible reducir la potencia. Esto se debe a que habrá quien ya la tenga ajustada a sus necesidades.
Es importante tener en cuenta que un hogar medio es difícil que pueda bajar de 3,3 kW. En este sentido, contratar menos potencia de la que se necesita puede notarse rápidamente, ya que cuando hay varios electrodomésticos encendidos saltará la luz.
Poe otra parte, las compañías eléctricas por lo general suelen dar más potencia de la que es necesaria. Esto, por supuesto, supone un coste todos los meses. También existen comercializadoras que se encargan de optimizar la potencia a sus clientes.
Cada décima de punto que sea reducida puede conllevar a un ahorro en la factura de hasta cinco euros al año. Esto quiere decir que con reducir la potencia 0,5 kW es posible que los hogares se ahorren 25 euros anuales.
Lo primero que necesitas hacer es comprobar la potencia de todos los aparatos electrónicos de tu hogar para realizar un cálculo aproximado. De esta manera es posible saber la potencia real que necesitas en tu vivienda. Es importante acotar que de todos los electrodomésticos que solemos tener en nuestro hogar, la lavadora, la secadora y el lavavajillas 45 cm son los que más potencia necesitan y consumen.
Otro factor fundamental al que debes prestar atención en cuanto a la potencia eléctrica contratada, es el número de personas que viven en el hogar.
El tipo de instalación del sistema eléctrico el cual dispongas en tu hogar también va a influir en la cantidad de potencia que debes contratar. De esta forma, sin cuentas con una instalación monofásica que es la más habitual, necesitarás una potencia inferior.